jueves, septiembre 20, 2007

Cura

Tomados de la mano, acostados en el pasto, no hacen nada más que mirar las nubes en silencio. Cada uno imagina diferentes figuras. Cuando ella ríe comienzan los abrazos y besos. No hay nada que le guste más que su risa.
Mientras comen, el la observa, conoce sus pequeños detalles, como que presiona los botones de plástico en la cubierta de su bebida antes de tomarla, o que lee los diarios desde la ultima pagina. Conocer cada uno de esos detalles la hacen mas bella, mas perfecta para el.
Conocer sus manías y revelarle las suyas. Reír sin razón, como locos perdidos en la noche. Caminar, incansablemente hasta llegar a destino. Cuando están juntos los días son más brillantes.
Recuerda el tiempo antes de conocerla. La oscuridad que había en su vida y como esta desapareció poco a poco con su llegada.
Recuerda la tristeza que lo rodeaba y el momento exacto en que su risa logro un milagro. El Parche perfecto para cubrir su herida.
La cura definitiva para su enfermedad.
De eso han pasado unos meses. Ahora alguien más la acompaña. No ha sabido de ella desde entonces. A veces se pregunta si realmente debió dejarlo todo e intentarlo, pero pronto se olvida, porque ya no queda nada por hacer.
El sigue viviendo, pero las cosas ya no son como antes. Se ha recostado en el pasto imaginando figuras en las nubes, ha escuchado otras risas, conocido otros detalles, pero cada vez que lo hace, una silueta femenina de líneas entrecortadas señala el lugar vacío a su lado.
Mientras espera el bus, se pregunta si podrá volver a decir: "Me gustas tanto", como en el tema "Risa" de Babasónicos. Se pregunta si la vida dejara de ser opaca y volverá a su brillo habitual, o si regresaran los besos sorpresa.
Se pregunta muchas cosas.
Pero por sobretodo, hay una duda que no deja de dar vueltas en su cabeza.
¿Puede alguien encontrarme?.
Y cerca suyo, inesperadamente, la respuesta aparece de forma familiar.
Es una nueva risa.
Y su corazón vuelve a curarse.


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lunes, septiembre 10, 2007

Mas alto que el cielo

Negro.
Su mundo es negro. Oscuridad y silencio.
Un día todo se mueve. Intenta avisarle a los demás, pero parecen dormidos. Siente las vibraciones, el vértigo de las cosas en movimiento.
Finalmente y después de un tiempo, se detiene. Extraños ruidos vienen desde el exterior y sin aviso alguno, un sonido seco y su mundo se llena de luz.
Hay verde afuera y alegría. Mucha gente con sonrisas en sus caras se mueve sin parar alrededor. Una de las personas lo toma, junto a un puñado de sus compañeros y pone en su interior algo que los llena por completo.
Y en un abrir y cerrar de ojos, el lugar se llena de colores y felicidad. Todos ríen y bailan, celebran.
El puede observar todo muy bien desde una ubicación privilegiada. Junto a sus compañeros. Ellos siguen dormidos.
El día avanza y la fiesta sigue. Unos niños se acercan a el y lo mueven. Solo en ese momento se da cuenta de la delgada línea que lo separa del cielo. Los pequeños forcejean y el sabe lo que va a ocurrir, pero no esta asustado, al contrario, es feliz, porque ahora lo comprende todo. El silencio de sus compañeros, la oscuridad del inicio, el regocijo final.
La cuerda se corta, pero solo el es liberado. Y sube. Flotando entre decoraciones y grandes árboles. Abajo queda la fiesta y su gente. Abajo sus compañeros y su antigua vida.
Continúa subiendo cada vez más. La cuerda que antes lo mantenía en tierra sigue atada a el, pero flotando y bailando entre el aire. Todo es distinto mirado desde arriba. Ahora es libre y sube, más alto que el cielo.
Abajo, la fiesta acaba. Se escucha "I just don't think I'll ever get over you", de Colin Hay y nadie nota lo ocurrido. Para ellos es solo un globo.
Un globo mas que se pierde en las alturas.


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