martes, febrero 21, 2006

Regreso

Marcelo ha vuelto, después de estar diez años fuera del país. Se ve ligeramente cambiado, una década es mucho tiempo. Pero por dentro sigue siendo el mismo.
Su hermano lo ha recibido. Abrazos y grandes sonrisas son la bienvenida perfecta.
Caminan recorriendo nostálgicos lugares. Algunos siguen en pie, otros han sido derrumbados a nombre del progreso.
Visitan a sus padres. Ambos descansan tranquilos, después de toda una vida de trabajo. Placas de cemento gris se alzan con sus nombres entre el maravilloso verde que todo lo rodea.
Marcelo se arrodilla y suelta unas palabras en voz baja. Cuantos recuerdos aparecen invocados mientras almuerzan. De fondo Simply red con "Fake" Pasa desapercibido para sus oídos.
-"Hay algo que aun no me has dicho: ¿Que paso allá fuera?, ¿porque dejaste de llamarnos?, ¿que hizo que nos olvidaras?".
Marcelo mira a su hermano, con esa mirada tan característica suya y le aclara: "Yo nunca los olvide".
La caminata continua Y los recuerdos se suceden uno tras otro, como queriendo recuperar el tiempo perdido.
Y así pasan los días y las semanas hasta que la hora de regresar llega.
Mientras el viajero ordena sus pertenencias, su hermano lo mira. Sabe que queda poco tiempo. Sabe que tiene que decírselo.
-"Tu no eres Marcelo".
El aludido abre sus ojos y lo mira fijamente. No puede creer lo que oye. No puede creer que el lo diga.
-"No eres Marcelo y no hay nada que puedas hacer para demostrarme lo contrario. Marcelo murió, lo se porque lo sentí en mi corazón, al igual que mis padres. Todos lo supimos en ese momento, cuando las lágrimas brotaron solas y nos sentimos oscuros y débiles. No tienes que disculparte, solo quiero saber que sucedió".
Se sienta mientras escucha la increíble historia: Una noche Marcelo sintió ruidos en el patio, cuando salio a mirar, pudo ver a un hombre tirado en el pasto, rodeado de sangre y cubierto con un pasamontañas. Cuando vio el rostro del herido su sorpresa fue inmensa: Era idéntico a el. Lo curo y le dio refugio. Pronto se recupero y le contó lo sucedido; Habían matado a su hermano y el busco a los asesinos. Elimino a uno, pero el otro logro dispararle. No supo como llego al patio y ahí estaba, frente a su copia exacta. Marcelo le dejo vivir con el y todo salio bien, hasta que se cobro una deuda con la persona equivocada. Le dispararon a Marcelo, en vez de a su doble.
El nunca se lo perdono. Ya era suficiente venganza en su vida. Así que decidió cumplir la promesa que le hizo a su benefactor: Volver a su país y reencontrarse con su hermano.
Hay alivio en el cuarto. Dos desconocidos se abrazan y un alma solitaria, desde no muy lejos, deja de serlo y se reúne con los suyos.
Y sonríe.


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