lunes, septiembre 25, 2006

Profundo

Como dentro de un sueño, todo flota a su alrededor. Se siente feliz.
En su interior, una luz brillante y hermosa la llena de alegria, la misma luz que años atras estuvo a punto de apagarse para siempre.
A veces recuerda los viejos dias. Recuerda sus llantos, cuando aun podia llorar. Solo Dios y ella sabian de su angustia, solo Dios y ella lo saben.
Tuvo que irse. Tuvo que cruzar la frontera, y cuando lo hizo, supo que no podria volver, nunca mas.
Pero la pena fue mas grande y aceptó el sacrificio.
Todo flota a su alrededor, incluso los animales. Un par de ellos pasan, sacandola de sus pensamientos.
"Eso es parte del pasado" -piensa-, mientras toma su abultado cuadernillo y comienza otro poema.
Al llegar a su nuevo hogar, encontro muchos. Flotaban por ahi, esperando a ser escritos. Solo habia que estirar el brazo y tomarlos.
Ya no sabe cuanto ha tiempo ha pasado, ni en que mes o año se encuentra. Solo una fecha sobrevive firme en su memoria: El dia de su llegada.
Hoy es ese dia. Lo sabe porque, como todos los años, desde arriba lentamente caen las rosas, y flotando llegan hasta sus pies descalzos.
Entonces comienza a subir. Y en su camino hacia lo alto recoge con cariño una a una las delicadas ofrendas.
Cuando alcanza la cima ya todos se han ido. Su pelo mojado se le adhiere a la cabeza mientras fija su mirada en el otro lado de la frontera. Cerca de la orilla, una estatua yace solemne, rodeada de personas, como un recuerdo imposible de olvidar iluminado por la luna llena. Entre la gente, una mujer canta su cancion.
"Sin volver nunca mas" -piensa en voz alta-, sin quitar la vista de su antiguo hogar.
Lentamente comienza a sumergirse. Desde su interior la luz brilla con mas intensidad que nunca. Ya no hay nadie cerca, pero si alguien pudiera mirar, aunque solo fuera un segundo, podria observar el hermoso espectaculo que brinda una estrella cuando desciende hasta lo mas profundo de las aguas.
O el lento caminar de una poetisa hacia el pais de los recuerdos, que es lo mismo.
La estrella es llevada por cinco sirenitas, entre caminos de algas y coral. Fosforecentes caballos marinos y los demas habitantes del mar hacen rondas y juegan a su lado, igual que en un sueño.
Igual que en su cancion.
Mercedes Sosa canta Alfonsina y el Mar frente a la estatua iluminada por la luna.
Y Alfonsina, vestida de mar en su profundo pais, baila.

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