sábado, agosto 12, 2006

Promesa

Va a morir.
Lo sabe y no le importa.
Un solo pensamiento ocupa su mente: cumplir la promesa.
Trabaja duro para conseguirlo. La noche es su cómplice. El silencio le ayuda a pensar mejor.
Planea cada paso detenidamente. Nada puede dejarse al azar.
A veces, mientras arma los pequeños aparatos, una duda aparece fugaz. "¿Esta bien lo que estoy haciendo?". Solo recordar la promesa hace que las dudas se disuelvan en el viento.
"No hay vuelta atrás" -piensa- .
Recibe órdenes. Se le comunica el día en que se llevara a cabo la operación. No falta mucho, todo esta preparado.
Entonces, solo horas antes, prende la radio y la oye.
Es la voz de Tracy Chapman cantando "The promise".
De inmediato, su mente se inunda de recuerdos. Dolorosos, cercanos, terribles.
Ese día se estaciono donde siempre lo hacia. Su familia lo espero dentro del auto, mientras el compraba. Justo cuando volvía con las cosas, una fuerza invisible lo empujo hacia atrás.
En un segundo, el auto se volvió chatarra y las risas, quejidos.
Su mujer alcanzo a murmurar algo: "Prométeme que esto no será en vano".
Las palabras quedaron marcadas a fuego en su alma. Y frente a los cadáveres de su familia, entre el humo y el caos, lo prometió.
Ya es hora -le dicen- Mientras se seca las lagrimas, los demás suben el equipo a la camioneta. Finalmente, les entrega los aparatos.
El vehiculo arranca.
Las personas van ingresando al edificio cuando ellos aparecen. Disparan al aire y les explican a todos el poder de las bombas que portan y el porque de su venganza.
Un grito aterrador envuelve el lugar cuando uno de ellos presiona el botón.
Y por unos segundos, silencio.
"Las supuestas bombas que iban a ser utilizadas en el fallido atentado resultaron ser piezas inservibles de reloj junto con plasticina común y corriente. La policía continua investig...".
Apaga el televisor. Se levanta y camina hacia la ventana. Desde ahí puede ver la plaza del barrio llena de nuevos juegos para los niños. Un poco más allá la cancha en construcción esta casi terminada y justo frente a su hogar, el remodelado gimnasio acoge a los ancianos con variadas y entretenidas actividades.
Sabe que va a morir. Sabe que de una forma u otra averiguaran que utilizo el dinero del atentado para ayudar a la comunidad, para cumplir su promesa.
Lo sabe y no le importa, porque no hay nada que ellos puedan hacer para quitarle la paz que siente.
"No fue en vano" -Susurra con la voz quebrada- .
"Las amo".


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