domingo, agosto 13, 2006

Preguntarse

Ha caminado mucho, demasiado tal vez y siempre queda algo más por recorrer.
Cuando siente sus pies cansados, simplemente flota y sigue su camino. Con su voluntad, puede lograrlo todo.
El lugar es imposiblemente grande. Incluso podría decir que nunca ha pasado dos veces por el mismo sitio.
Las personas son muy amables. Le ofrecen frutas, cuentan alegres historias y las sonrisas abundan.
El aire mismo esta lleno de felicidad.
The postal service suena no muy lejos con "The District Sleeps Alone Tonight", mientras unos niños parecen jugar al ritmo de la música.
En el cielo, los bellos dragones vuelan y forman figuras entre ellos.
En el suelo, no existen rastros de cemento o brea, solo el pasto verde y blando puede verse a kilómetros de distancia.
Gigantescos árboles habitan el mar. Coloridos peces voladores preparan sus nidos en ellos.
El sol nunca se esconde. La noche no existe.
Y la maldad ha sido erradicada, para siempre.
Pero dentro de su corazón y en su mente, una pequeña sensación le hace recordar.
Hace tanto que no recuerda, que no se pregunta nada. Las cosas están bien, todo funciona perfectamente. No hay hambre, ni dolor. No hay angustia, terror o tristeza.
Sin embargo esa sensación...
La idea cubre su pensamiento. Tiene que hacerlo.
Subir.
Y así lo hace. Vuela directo hacia arriba, mas allá del cielo, más allá de los dragones y las nubes, dejando atrás los árboles marinos y las amables personas.
Por primera vez, en mucho tiempo, se pregunta algo: "¿Y si subo, mas allá de todo?".
Mientras más arriba, más claridad, más recuerdos. Más velocidad.
Una poderosa luz brilla radiante en lo alto. Nunca antes la había visto, pero dentro suyo, sabe que es allí donde debe ir.
Justo cuando penetra en la luminosa forma, lo entiende.
Un segundo para comprenderlo todo y otro para olvidarlo.
Abre los ojos.
Y Despierta del coma.


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