martes, abril 10, 2007

Otro lugar

Le había visto hace un tiempo. Al principio le llamo la atención su simpleza. No se parecía a nadie que hubiera conocido antes.
Un día el azar movió sus hilos y se encontró hablándole, conociendo su nombre y entregándole el suyo, confirmando lo que intuía al verlo. Una voz amable, sonrisa constante y algo más, algo que no era capaz de descubrir, pero que podía sentir a su lado.
De pronto se descubrió pensando en el, deseando verlo mas seguido, queriendo estar cerca suyo mas tiempo del que el azar le regalaba, pero de alguna forma, a pesar de su calidez, lo sentía lejano, como si una barrera invisible lo mantuviera protegido del resto. Una barrera que ella estaba decidida a flanquear.
Lentamente fue conociendo pequeños trozos de su historia. Era difícil que hablara de si mismo, pero cada vez que pasaba, descubría algo más de su adorable desconocido.
O al menos eso creía.
Sentados uno frente al otro escuchan "Other side of the world" de Kt Tunstall.
Ella esta nerviosa, no sabe como empezar. Entonces el facilita las cosas y habla.
Le habla de un lugar maravilloso donde siempre puede verse el mar, donde el sol parece ser un habitante más, el lugar de donde vino, en el otro lado del mundo.
Le dice la verdad: no pueden estar juntos, el no pertenece a este lugar. Toma sus manos y ella siente como el calor le sube por los brazos y alcanza sus mejillas, liberando ligeras gotas que resbalan y caen, comprendiendo que la distancia es muy grande, que es solo una imagen lo que tiene frente suyo, que el alma de este hombre, su propia esencia, sigue en el lugar al cual realmente pertenece: Su hogar.
El siente que la tristeza se acerca, entonces la mira a los ojos y pronuncia otras palabras.
"Vas a ser muy feliz, pero no ahora, no conmigo".
Eso fue lo último que le oyó decir. Al día siguiente desapareció, nunca volvió a verlo. Pero sus palabras quedaron grabadas para siempre, así como su recuerdo.
A veces piensa en el. Le gusta creer que finalmente volvió a casa, allá lejos, en el otro lado del mundo. Que comparte el tiempo con el sol, el mar y sus otros vecinos. Que ha tenido una buena vida.
Quiere creer que encontró el camino de regreso hacia el lugar al que realmente pertenecía: su hogar.
Hoy sus nietos la rodean y también la felicidad, por eso ríe con ganas, porque pudo conocerlo, porque un trozo de magia toco su vida una vez, hace mucho.
Porque el tenia razón.


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