martes, mayo 29, 2007

Un cubo con agua

El sonido de las campanillas le avisa el vendedor que estoy aquí. Me muestra distintas opciones mientras mira con curiosidad mi ropa, finalmente me decido.
Cuando salgo, una bolsa cuelga de mis manos. Esta es solo la primera parada. Debo darme prisa, no tengo mucho tiempo, no en este lugar.
El recuerdo se me viene a la cabeza, como si hubiera ocurrido hoy. Nos preparábamos para almorzar cuando mi padre llego con una cara un poco extraña. Una mezcla de satisfacción y melancolía. Cuando nos explico, comprendí el porque.
De pronto alcanzo mi siguiente destino. Busco un abrigo poco vistoso y que me cubra por completo. Demoro un poco encontrarlo, pero rápidamente lo tomo, pago y estoy fuera otra vez. Listo para el siguiente paso.
Caminando, casi puedo oír a mi padre, explicándonos como el motor de su vieja camioneta comenzó a incendiarse mientras conducía. Afortunadamente esta vez, dijo, tampoco ocurrió una desgracia.
¿Esta vez?, ¿es decir que ya había ocurrido antes?. Mi pregunta pareció tomar a todos por sorpresa.
Me veo reflejado en la vitrina de la tienda. He cambiado físicamente, no soy el mismo de años atrás, pero aun así podrían reconocerme. Debo estar seguro. Por eso entro y compro una desgarbada gorra. Supongo que será la moda de hoy. Justo antes de salir, algo llama mi atención. En uno de los televisores del local, aparece A-ha con su tema: "Lifelines". Me permito una pequeña sonrisa al notar el rotulo en una de las esquinas de la pantalla. Es la palabra: "Estreno".
Abandono rápidamente el lugar, pues estoy cada vez más cerca del momento.
En recuerdos, mis hermanos me explican lo sucedido. Años atrás, viajaban hacia otra ciudad en la camioneta, cuando, súbitamente el fuego comenzó a salir por el capó. Se detuvieron a un costado de la carretera, cerca de unos pequeños locales y rápidamente todos bajaron del vehiculo. Antes de que mi padre alcanzara a buscar ayuda, un hombre, salido de ninguna parte, apareció con un cubo de agua entre sus manos y apago las llamas. Luego llego más gente. Y cuando quisieron agradecerle al desconocido, había desaparecido. Nunca supieron quien fue ni de donde salio. "Yo creo que fue un ángel" decía mi hermanita.
De pronto un sonido me saca abruptamente de entre los recuerdos. Es la maquina que llevo en la muñeca. Me avisa que solo quedan siete minutos antes de que automáticamente me transporte a mi propio tiempo.
Al lugar que aquí llaman futuro.
Es suficiente, pienso, cuando veo la vieja camioneta de mi padre acercarse envuelta en humo.
Entonces tomo el cubo con agua.
Y espero.


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martes, mayo 15, 2007

Hacia las estrellas

El turno acabo hace mas de tres horas, sin embargo el sigue ahí. Arriba de los andamios, en lo alto.
Una vieja guitarra le acompaña entre sus brazos. Sus dedos se mueven suavemente, pero con energía. Las melodías saltan hacia la noche y se pierden entre el silencio.
Ha trabajado todo el día. Sus parpados amenazan cerrándose de vez en cuando. Pero se mantiene despierto, cantando.
Su voz desafía los ruidos nocturnos. Los apaga, los acalla. Y sin saberlo, llama.
Las cuerdas se tensan y sueltan con cada acorde. Una agradable brisa le mueve el cabello y la barba.
Mira hacia arriba. Quizás esta noche lo logre, quizás esta noche las alcance.
El canto se hace fuerte, inmenso. Cada palabra, cada letra es mas hermosa que la anterior y juntas van formando frases llenas de sentimiento y razón.
Entre nota y nota imágenes de su vida se le vienen a la cabeza. Son imágenes de esfuerzo, de trabajo y pasión, de sueños.
Un escalofrío cae por su espalda, pero casi no lo nota. La música es más fuerte.
Piensa en el artista, el creador de la canción que ahora interpreta. Se pregunta si alguna vez llego a pensar en que un humilde obrero le recordaría con cariño, en que se volvería eterno, en que cada golpe, cada bala lo haría mas fuerte. Se pregunta si alguna vez llego a pensar en convertirse en una inspiración para millones, un símbolo de valentía. Si alguna vez soñó con volverse leyenda.
Probablemente no. Los ángeles son así: Fugaces, sencillos.
"Manifiesto" de Víctor Jara, es la canción que sale desde su interior.
Aun no lo sabe, pero a un costado, alguien le observa con atención. Es alguien que escucha atentamente como su creación, su mensaje, continua intacto. Aun en las voces de otros, y aunque haya pasado el tiempo, sigue siendo canción nueva.
No puede contener las lágrimas, ni tampoco los aplausos cuando la última cuerda deja de vibrar. El obrero se gira rápido y lo ve. Es el, esta ahí, a su lado.
El artista le extiende su mano y una vez correspondida, ambos miran hacia arriba.
Una guitarra flota por el aire, como si volara en vez de caer. Su corazón de tierra late con fuerza y las alas de palomita frenan la caída.
Mañana, cuando el turno comience, lo verán descansando en la tierra, con el instrumento fiel a un costado. Pero solo será su cuerpo, pues su alma estará lejos, arriba, en lo alto.
Alcanzando, por fin, las estrellas.


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martes, mayo 08, 2007

Ojos abiertos

Un sonido estridente acaba de despertarlo. Proviene de la pequeña maquina con grandes números verdes a su lado.
No recuerda donde la escucho, pero no puede sacar de su cabeza a "Free", de Cat Power.
Es lunes, debe ir a trabajar, sin embargo no quiere hacerlo. Detesta su empleo. Hace años que los días son iguales. Se ha vuelto un esclavo del dinero. El mismo enemigo contra el que lucho antes, cuando era más joven. ¿Donde quedaron las promesas, las visiones?. ¿Donde quedo la libertad?. Esas preguntas le atormentan cada día. Pero a pesar de todo, la esperanza sigue viva dentro de el.
Se levanta. Toma una ducha, luego se viste. El silencio lo rodea en todo momento, pero hay algo inusual: todo esta demasiado callado.
Esa fue la primera señal.
Decidió prender la radio, pero la estática fue su única respuesta. Lo intento con la televisión también, pero obtuvo el mismo resultado. Entonces abrió la ventana. Lejanos cantos de pájaros y el viento eran lo único que podía oírse. Ni sirenas, ni motores, ni nada más.
Prendió su computadora, pero Internet tampoco funciono. Tomo el teléfono y presiono los números, pero nadie contesto. Se quedo sentado en su cama por unos momentos, intentando unir todas las piezas, intentando pensar en las posibilidades. No paso mucho tiempo para que se decidiera a salir, igual que todos los días, pero con una pequeña diferencia en su interior.
Bajó la escalera. Se detuvo frente a la puerta y respiro hondo.
En la calle vuelan papeles y hojas. Algunas bicicletas yacen en el suelo, con sus ruedas girando sin parar. Collares de perros tirados en el pasto, húmedos gracias a las diminutas maquinas que mojan una y otra vez, y ni una sola persona a kilómetros de distancia, eso es lo que lo ve al cruzar el umbral de su hogar.
Pasa todo un minuto oyendo el vasto silencio a su alrededor con los ojos cerrados, y en ese minuto recuerda sus sueños, sus anhelos. Lo que pensaba que seria y lo que realmente sucedió. Intentó recordar como llego a ser lo que nunca quiso ser cuando, sin aviso, la esperanza se revienta dentro suyo y las preguntas se terminan, para siempre. Puede sentirla llenando cada átomo de su cuerpo, puede sentir que finalmente llego.
Deja escapar una palabra de sus labios, es una palabra sencilla, pero que contiene todo lo que necesitara de ahora en adelante. La pronuncia lentamente, con la certeza de que esta solo en el mundo, con la alegría de sentir su alma desencadenada de una vez por todas.
"Libre"
Y sus ojos están abiertos.


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