miércoles, enero 24, 2007

Acercamiento

¡Luz, cámara, acción!.
Desde el piso, el verde aparece. Primero como hierba, luego como cientos de flores. El cuarto se llena de color.
Entre sus dedos, la arena se escurre musicalmente. Una lluvia de azúcar le cubre poco a poco.
El sol brilla y su calor fluye por todo, incluso entre los fuegos artificiales, que crean figuras imposibles en el cielo. Cuando estos acaban, es el turno de fugaces estrellas que aparecen concediendo los más inverosímiles deseos.
No hay día ni noche, todo esta mezclado con el momento, con el ritmo.
Es el sonido que siente en cada fibra de su ser y de todo lo que habita el cuarto, es "Zoom" de Soda Stereo.
No hay tiempo, no en este lugar. Las maravillas siguen sucediéndose una tras otra sin pausas, sin final.
Burbujas de miel flotan alrededor y caballitos marinos juegan haciendo figuras entre ellos. Esferas de luz que suben y bajan, agua que fluye pura y eterna. Una inolvidable sensación de libertad, de tranquilidad.
Y en medio de todo, un punto ínfimo, casi imperceptible que lo observa todo.
Un punto imposible de ver a simple vista, pero con un acercamiento...
Todo lo demás comienza a encogerse, pasando a segundo plano. El punto crece y se convierte en una silueta, una persona, un hombre. El hombre tiene en sus ojos los últimos vestigios del maravilloso espectáculo que acaba de presenciar. Su cabeza ha dejado de sangrar y a su lado un gran foco teñido de rojo yace inmóvil. A su alrededor, mucha gente preocupada. Uno de ellos le pregunta como se siente.
- "¿Sabes?, tengo una idea" -contesta el-.
Todos se miran extrañados. Una sonrisa se le ha marcado en la cara.
- "Oh si, me olvidaba: ¡Corten!".


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jueves, enero 11, 2007

(Fugaz) Sucedió

Dos PM. El metro repleto.
Por los parlantes se escucha a Mary Elizabeth McGlynn cantando: "Lost Carol", Parte de la banda sonora de Silent Hill 3, mientras que pantallas en los pasillos muestran noticias devastadoras: Guerras, hambre, corrupcion, injusticia.
Muchos piensan: “Alguien debería hacer algo”.
Y de pronto, sin aviso, un paso en falso.
Ella ha caído.
Debería gritar por ayuda, pero en vez de eso, le suplica a su hijo: “¡No bajes!”.
Entonces, justo cuando el vagón aparece, el niño salta hacia su madre.
Histeria, confusión, horror.
Y cuando el humo se disipa: Esperanza.
Frente al metal retorcido del vagón, un niño y su brazo extendido.
Todos allí lo saben, finalmente sucedió.
Las cosas van a cambiar.


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