martes, enero 24, 2006

Niño dragon

Victor duerme, o al menos, eso es lo que su padre cree.
Intensos ronquidos son la señal que esperaba. Con cuidado se libera de sus sabanas y cruza la diminuta casa en silencio. Nadie puede saberlo, nadie puede saber lo que hace cada noche.
Cuando el amanecer se presenta, el Padre de Victor lo remece con fuerza para despertarlo. El niño ya tiene ojeras, pero el no lo nota. Hay otras cosas de las cuales preocuparse.
Mientras asiste al colegio, el trabaja duro acarreando cajones llenos de frutas en la vega de la ciudad. Su vida es dura, pero cada vez que necesita fuerza, piensa en Victor. Después de eso, el resto es fácil.
El niño llega a su hogar: Una pieza hecha de variados cartones y tablas de madera situada a los pies del cerro. En vez de salir a jugar, el ordena y limpia un poco la casa, como lo hacia su madre tiempo atrás.
Su muerte fue sorpresiva pero Victor no derramo ni una sola lagrima, nunca se le oyó comentar siquiera algo alusivo a ese día. Aunque la quería y sentía su deceso, no lo demostraba de ninguna forma. Su padre en cambio, aun no logra superarlo completamente. Aun tiene pedazos de dolor y recuerdos enterrados en su corazón.
De noche toman te, dividen un pedazo de pan y conversan. El pequeño le habla orgulloso de la mejora en sus notas y el padre le dice que ha encontrado un trabajo nocturno, pero que no sabe si tendrá la fuerza para seguir. Ambos se abrazan con fuerza antes de ir a dormir.
Como cada noche, los ronquidos le avisan a Victor que ya es hora. Sigilosamente sale de la casa y se dirige al cerro. Cuando esta seguro de que la soledad le rodea, comienza la ascensión. No hay pies ni manos que toquen roca alguna.
En menos de un minuto esta en la cima. Ahora se prepara. Requiere velocidad para continuar. Se aleja unos siete metros del borde y comienza a correr mientras recuerda una canción: "The dragon boy" y es del compositor Joe Hisaishi, de la banda sonora de la película "El viaje de Chihiro". Con su último paso se impulsa lanzándose al vacío con una sonrisa en la cara.
El amanecer llega puntual y como todos los días el Padre se dirige a despertar a Victor.
Pero el no esta en su cama.
Entonces lo busca en la casa, luego continua su búsqueda por todo el campamento, pregunta, pero nadie lo ha visto.
Ya han pasado dos horas y el padre vuelve a su hogar cargando una inmensa tristeza. Se siente solo, solo como nunca lo ha estado. Y llora.
El llanto se corta abruptamente cuando Victor pronuncia el nombre de su progenitor. Esta ahí frente a el y corren para abrazarse.
El pequeño le pide disculpas, le dice que ha demorado más de lo habitual, le explica que, cada noche sube el cerro para encontrarse con alguien, que esta vez, ese alguien le ha enviado un mensaje.
Victor abre su mano izquierda. En ella se puede ver un collar con la foto de su madre.
"Fuerza" es el mensaje. El Padre lo entiende de inmediato. Cuando le pregunta de donde viene, El niño dragon lo toma de la mano llevándolo hacia afuera.
Y apunta hacia las nubes.


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martes, enero 17, 2006

Tres y Una

Toda su vida, quiso mover objetos con la mente.
Conoció la palabra telekinesis y la grabo en su cerebro, como si solo con tenerla presente pudiera lograr su cometido.
Y cuantas veces lo intento. Cuantas veces movió su mano derecha, mirando fijamente un objeto con la esperanza de que este se moviera, aun unos pocos milímetros.
Casi como un hobby enfermizo, pasó su vida tratando de mover tazas, ceniceros, llaves y lápices solo con el ademán de su mano y la fuerza de su mente, pero nunca tuvo éxito.
Desde la primera vez que lo intento ya ha pasado mucho tiempo y ahora que su vida esta a punto de apagarse, mueve la mano izquierda, como llamando al vaso que esta lejos de su alcance.
El vaso flota por el aire y recorre la distancia para posarse tranquilamente en su mano.
Es entonces cuando comienza a reírse. "¡Era la izquierda, era con la mano izquierda!".
Ahora descansa feliz.

Cuando sintió que sus problemas lo sobrepasaron, no vio otra opción que lanzarse desde el edificio más alto que pudiera encontrar.
Lo busco todo el día y cuando estuvo seguro de que era, en efecto, el más alto, subió dispuesto a saltar.
Pero cuando llego arriba, en la azotea frente a el, se encontró con una joven, que parecía tener la misma intención.
Solo por cortesía le pregunto gritando que iba a hacer y se sorprendió cuando ella le respondió que había buscado el edificio más alto para lanzarse.
El le dijo que su edificio era más alto, pero ella pensaba lo mismo del suyo.
Entonces bajaron para comprobar quien se equivocaba.
Nunca volvieron a subir. Ahora ríen juntos y se besan en un café.
Y les aterran las alturas.

-¿Como se llama esta canción?.
-"Per te". Es de Jovanotti.
-¿Cual es el segundo nombre del señor que esta en esa esquina?.
-Antonio. Su primer nombre es José.
-¿Cuanto dinero tengo en mi billetera?
-Dos mil trescientos veinte pesos.
-¿Mi comida favorita?
-Lasaña.
-¿Hay alguna cosa que no sepas?.
-¿Me quieres?
-Te amo.
-Entonces lo se todo.


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martes, enero 10, 2006

E.E.

Esta aburrida de escribir.
No pensó que podría pasar. Siempre le gustaron las letras. Su romance con ellas comenzó hace mucho, cuando historias escondidas dentro de su cabeza se le deslizaban sin control por entre las manos. De ahí al papel, menos de un paso.
Pero ahora, es como si las ganas hubieran desaparecido, como si se le hubiesen caído sin darse cuenta, como si se estuvieran ya extintas.
Cree que en alguna parte, dentro de su mente, las historias siguen ahí, encerradas, perdidas, esperando su libertad, como en los viejos tiempos.
Por mientras, visita a alguien que, como ella, esta bastante perdido.
Su amigo hace tiempo que ve el mundo de otra forma. Mismos ojos, distintos significados. De un día para otro, cambio. Nadie nunca supo que le paso ni que pudo crear ese shock en el. Desde entonces con la mirada perdida repite interminablemente: "E.E."
Ahí esta, frente a ella, quien le habla, como siempre. Lo pone al tanto de su vida, de su desgano con las letras. Dice que lo va a dejar, que quizás era un ciclo, que ya se termino, que no sabe que va a hacer, que no sabía hacer nada más que escribir.
Mientras las lagrimas fluyen, El deja de hablar y la mira. Los sollozos llenan el cuarto vacío, pero solo hasta que otras palabras surgen: "Eso que todos quieren saber y averiguar" dice.
Ella lo mira, y el continua con su metódica rutina: "E.E, E.E., E.E...".
Ya camino a su casa, no puede sacarse de la cabeza esa frase. ¿Que es lo que todos saber y averiguar?.
Pasan unos días y recuerda donde oyó esa frase antes. Busca entre sus discos hasta que lo encuentra. En una carátula con colores brillantes se puede leer: Boom boom kid - "Eni".
"Es una canción", Piensa ella, "¿de que color es el viento?" se escucha entre las letras y el misterio se acrecienta.
Han pasado diez horas. Solo ha pensado en eso. ¿Cual es la respuesta?, ¿es esta la solución que busca?.
Doce horas y una plaza. Las ramas de los árboles se mueven gentiles con el viento. "El viento", "¿de que color es el viento?" ella pregunta hacia arriba.
Entonces, solo entonces mira al cielo y lo ve como siempre debió hacerlo. Plagado de letras. Lleno de frases, palabras y silabas.
Ahora sabe de que color es el viento, ahora sabe que su amigo lo supo, hace mucho tiempo atrás, y también ahora entiende lo que el repite sin parar: "E.E.: Escritor Escrito".
"Escritor escrito" dice riéndose. Eso que todos quieren saber y averiguar ya no es un secreto, y con ello, las historias han vuelto a deslizarse sin control por entre sus manos.
Ella sabe que de ahí al papel, menos de un paso.


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